Los vídeos de Vodpod ya no están disponibles.
Hay padres desalmados que, en mitad de una sobremesa, apurando una botella de vino e incluso en perfecta sobriedad, le sueltan a sus hijos: «te concebimos en Ibiza escuchando a Black Sabbath.» O algo parecido. Es esa generación que empezó a retozar hacia 1968 y que no se detuvo hasta principios de los 80, gracias, en parte, a su colección de vinilos.
[[[CRÓNICA: BO NINGEN EN MADRID, 22 FEB. 2011]]]
«Gasmask Rabbit,» el impresionante nuevo sencillo de Bo Ningen, evoca esa época y por ello es de los que invitan al tema. Este es un grupo de mucho bassline y mucho feedback, lo que significa que la función rítmico-reproductiva la suele cumplir el bajo. En «Gasmask Rabbit» se cambian los papeles y el instrumento dominante es la guitarra, aunque allá por el minuto 2:40 el bajista toma las riendas.
Bromas aparte, hoy mismo, en NME, leía el obituario de la magníficamente inclasificable Trish Keenan, voz del grupo británico Broadcast. Trish ha fallecido aún muy joven por motivo de una neumonía mal llevada y peor curada. El autor de la elegía, James McMahon, describe el sonido de Broadcast de manera brillante: «una aproximación contemporánea a la sensual oscuridad de The Velvet Underground.» Se me ocurre pensar que Bo Ningen pertenecen a la misma tradición artística.
Son psicodélicos y góticos y metálicos y modernos, todo al mismo tiempo. Tienen su campo base en el sur de Inglaterra y hacen el circuito establecido de los clubes y los pubs. En impecable inglés, se definen a sí mismos como un híbrido entre Faust y Fugazzi. Para mí, están nominados al Oscar al Mejor Grupo de Herederos Naturales de Les Rallizes Dénudés. Es un cumplido.

Les Rallizes Denudes.
Primero, por esas largas cabelleras negras, lisas y brillantes, cubriéndoles el rostro igual que un chorro de alquitrán. Segundo, por la pose inmaculada, la pálida figura, casi transparente, de un yurei, es decir, un fantasma japonés: Sadako Yamamura saliendo del televisor cuando ya te creías a salvo de la ficción. Este es otro cumplido.
Tercero -claro- por el sonido, que parte del garage más stoner (que le den por culo al público en los conciertos, tocan mirando a la pared, o en círculo) y se alarga en espirales hasta finales cósmicos a los que, dicen, nadie ha llegado antes, solo ellos. Un cumplido más.
La buena nueva es que vienen a España en breve, de teloneros de un supergrupo llamado Big Sexy Noise, con la pionera del punk neoyorquino Lydia Lunch a la cabeza: el 22 de febrero en Madrid y el 23 de febrero en Barcelona.
———————
Enlaces:
——————–