Discografía: Maybe I Think We Can Beat Nirvana (1997), Live Punctured (1998), Slayers Bay Blues (1999), Go Europe! (2004), Go USA! (2005), Beat Me (2005), Transworld Ultra Rock (2007), Sugoi Indeed (2009). Un montón de discográficas: Double Peace, Rodeostar (Alemania), Universal (Japan), Roadrunner Japan, Gearhead, Spooky, Bitzcore.
Trivia: Aki, el líder de la banda, era pescador y solía lidiar cada día con anguilas eléctricas, de ahí el nombre. Y el batería, antes del rock ‘n’ roll, se dedicaba al jazz: a veces toca con cuatro baquetas.
Si te gusta el rock duro de potentes riffs, voz rasgada y letras carentes de enjundia intelectual, te encantarán Electric Eel Shock. Es el espíritu del rock tal y como se entendió en los setenta por aquellas bandas inspiradas en Led Leppelin pero que, al contrario que Plant y Page, renegaban del misticismo. Cantan en inglés, aunque no lo hablan o más bien lo aprendieron escuchando música. Son al hard rock lo que Shonen Knife son al punk pop. Igual que sólo Naoko puede cantar sobre «barras de chocolate» y quedar bien, sólo Aki puede repetir «I can hear the sex noise» durante toda una canción sin sonar a cock rock de la peor calaña. Otro ejemplo: sólo un grupo con el sentido del humor y el buen rollo de Electric Eel Shock podría haber iniciado su carrera musical con un álbum titulado «Creo que podríamos ser más grandes que Nirvana». Y otro: al batería le gusta desnudarse en directo. Su lema, y el título de su documental: «Sex, drugs and email».
Es un grupo peculiar. Durante largo tiempo ha sobrevivido al margen de las disqueras gracias al apoyo de sus fans, que se cuentan por miles repartidos por todo el mundo. Esta afirmación la puedes entender de forma literal: el disco Sugoi fue grabado gracias a la recaudación de cincuenta mil dólares, que provenían directamente de los bolsillos de su dedicada afición. Prueba del contacto entre Electric Eel Shock y quienes financian y compran sus discos es la gira interminable en la que están metidos desde hace seis o siete años. Un poco al estilo Bob Dylan, aunque sin capital. Son famosos por todo el mundo y -hasta donde yo sé- no tienen mucho dinero, ya que todo lo que ganan lo invierten en pagar hoteles, gasolina y hasta en alquilar locales donde poder tocar. Esta filosofía «de base» les ha merecido el respeto de la crítica así como la admiración de muchos músicos que buscan emular su estilo de vida. En los últimos dos o tres años, su caché ha ido en aumento, sobre todo por el éxito obtenido en los Estados Unidos. Han pasado, por ejemplo, una temporada con Universal Japan. Siguen siendo 100% rock ‘n’ roll. Cierran la gira europea con cinco fechas en nuestro país. Como para perdérselo.